Para ello se escogieron cinco colores y su inserción escrita del respectivo complementario. La obra gráfica al ser vista produce una sensación contradictoria, observando un color y escrito el contrario, un enorme contraste representativo del mestizo barrio madrileño.



1 comentarios:
Asé hace un rato y ahí seguían los colores, tan campantes. Genial.
Un saludo.
Publicar un comentario